El futuro
del sector de las TIC es fascinante. Se trata de un terreno sin explorar
totalmente abierto a la creatividad, la innovación, formas de trabajar
completamente nuevas, la acción recíproca y el aprendizaje, que debería
despertar el interés de mujeres y hombres por igual. El Institute for the Future considera
que la fuerza de trabajo futura se verá influenciada con toda probabilidad por
seis factores determinantes, a saber: una mayor esperanza de vida, la difusión
de los sistemas y dispositivos inteligentes, los progresos en sistemas
informáticos tales como los dispositivos sensores y la potencia de
procesamiento, las nuevas tecnologías multimedios, la constante evolución de los
medios de comunicación social y un mundo totalmente interconectado. El sector
de las TIC consolida claramente ese futuro.
En el
presente informe resumido se examinan las tendencias mundiales del empleo y el
desarrollo profesional de las mujeres en el sector de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC), y se presenta una muestra de la gama de
iniciativas, programas de formación y políticas nacionales dirigidos a niñas y
mujeres en calidad de posibles estudiantes y profesionales.
El sector
de las TIC sigue siendo un sector dinámico y en auge para el empleo, así como
un factor económico clave que sustenta el desarrollo nacional e internacional.
Sin embargo, este crecimiento del empleo todavía no se ha traducido en un
incremento semejante del número de puestos de trabajo para las mujeres en el
mercado laboral de las TIC, donde la relación entre mujeres y hombres es
especialmente pronunciada en los puestos de dirección. De hecho, mientras que
las oportunidades de trabajo aumentan en general en el sector, las cifras
correspondientes al nivel de empleo de las mujeres en las economías avanzadas
están decreciendo, lo que parece indicar que se trata de un problema no sólo de
nivel de incorporación al puesto de trabajo, sino también de desmotivación,
retención en el empleo y/o falta de promoción de las mujeres en muchos niveles
dentro del sector.
Pero no
siempre ha sido así. Las mujeres fueron, por ejemplo, las programadoras
originales del ENIAC, el primer ordenador del Gobierno de los Estados Unidos
donde, en el decenio de 1980, las jóvenes obtenían el 37% de las licenciaturas
en informática; actualmente ese porcentaje es inferior al 20%. Aun cuando las
chicas utilizan ordenadores e Internet tanto como los chicos, la probabilidad
de que aquéllas consideren la posibilidad de estudiar una carrera relacionada
con la tecnología es cinco veces menor.
Debido a
la falta de mujeres profesionales capacitadas, las mujeres representan en los
países de la OCDE menos del 20% de los especialistas en TIC. Además, en la
mayoría de los países desarrollados se prevé una escasez alarmante de personal
cualificado para ocupar futuros puestos de trabajo en el sector de las TIC.
Según las previsiones de la Unión Europea, en diez años habrá 700 000
puestos de trabajo más en ese sector que profesionales disponibles para
ocuparlos; se calcula que, a escala mundial, este déficit se acercará a los dos
millones.
Uno de
los motivos por los que se sigue considerando que el sector de las TIC está
dominado por los varones es que la mayoría de los puestos de trabajo altamente
valorados y bien remunerados en ese sector están ocupados por hombres. Las
investigaciones realizadas para el presente estudio en los países desarrollados
y en desarrollo revelaron la existencia de casos claros de segregación vertical
de sexos, ya que las mujeres ostentaban una fuerte representación en los
puestos de trabajo subalternos del sector de las TIC. Si bien las mujeres están
logrando avances en las profesiones técnicas y superiores, el estudio ponía de
relieve una "feminización" de los puestos subalternos. Esta
investigación reveló que las mujeres constituían, en promedio, el 30% de los
técnicos de operaciones, sólo el 15% de los directivos y un mero 11% de los
profesionales dedicados a la estrategia y la planificación.
También se puede aumentar considerablemente el
número de mujeres que ocupan puestos de liderazgo a nivel del consejo y la alta
dirección. El talento humano combinado con la cualificación adecuada es la
clave para lograr un sector de las TIC vibrante y diversificado. Esa reserva de
talento debe enriquecerse fomentando y formando un capital humano sin
discriminación, principalmente en universidades, centros de investigación y
desarrollo y escuelas de comercio o "aplicadas", a fin de atender a
las necesidades en constante evolución de la industria de las TIC.
Esto
lleva a pensar que deben ampliarse las cualificaciones en materia de TIC para
abarcar un espectro mucho más amplio, capaz de atraer la atención y el interés
de las niñas y las mujeres. Al crear el portal web "Las niñas en las
TIC", el Dr. Hamadoun Touré, Secretario General de la UIT, señaló que
"las investigaciones han demostrado persistentemente que las muchachas
tienden a elegir carreras en las cuales estiman que pueden aportar una
contribución singular, por ejemplo en los campos de la salud, la educación y la
medicina. Con este nuevo portal estamos tratando de mostrarles que las TIC van
mucho más allá de la escritura de programas informáticos. A medida que
avanzamos hacia una sociedad del conocimiento basada en las TIC, junto con el
surgimiento de nuevas aplicaciones y la explosión de la telemedicina, los
sistemas de aprendizaje a distancia y las actividades de investigación y
desarrollo hacen del sector de las TIC una opción sumamente interesante para
cualquier joven. Estamos entrando en rutas inexploradas de creatividad,
innovación y modalidades totalmente nuevas de trabajo, interacción y
aprendizaje. Espero que nuestro nuevo portal sirva de escaparate para atraer a
numerosas muchachas y jóvenes con talento de países de todo el mundo a este
sector tan floreciente".
Está
claro que el sector de las TIC debe invertir más recursos en el desarrollo del
capital humano y crear un entorno propicio para las mujeres y las niñas, y
existen motivos económicos apremiantes para dar prioridad a la contratación de
mujeres. El aumento del nivel de empleo de las mujeres con respecto al de los
hombres es positivo para el crecimiento económico.
Las
investigaciones indican que la reducción de las diferencias en el nivel de
empleo de hombres y mujeres ha constituido un importante motor del crecimiento
económico de Europa en el último decenio. En la Región de Asia-Pacífico, por
ejemplo, la restricción de las oportunidades de trabajo para las mujeres está
costándole a la región entre 42 000 y 46 000 millones USD al año. Los
datos del Banco Mundial demuestran que restricciones similares han generado
cuantiosos costos en toda la Región de los Estados Árabes, donde las
diferencias en las oportunidades económicas por motivos de género siguen siendo
las mayores del mundo. El Foro Económico Mundial sostiene que los países que
reparten los recursos equitativamente entre hombres y mujeres,
independientemente de su nivel de recursos, obtienen mejores resultados que los
países que no lo hacen.
Lograr la
participación de las mujeres y niñas en el sector de las TIC no sólo es lo
correcto desde el punto de vista de la justicia social, sino también
inteligente desde una perspectiva económica.
Se ha
demostrado que el equilibrio entre hombres y mujeres en los puestos altamente
valorados en el sector de las TIC, tanto en la dirección como en los consejos
de administración, contribuye a mejorar el rendimiento de las empresas. Los
estudios realizados sobre la relación entre las mujeres que ocupan puestos de
dirección y el rendimiento de las empresas han revelado la existencia de una
correlación positiva directa entre el equilibrio entre hombres y mujeres en los
equipos de alta dirección y los resultados financieros de las empresas. Cuanto
más equilibrados son los equipos más fundadas son las decisiones, lo que hace
que las empresas corran menos riesgos y obtengan mejores resultados. Por
consiguiente, con el tiempo, la competitividad en materia de TIC de un país
depende considerablemente de que eduque y aproveche su capital humano sin
discriminaciones.
Para
poder adoptar una combinación de soluciones orientadas a la obtención de
beneficios de las políticas en favor de las mujeres y a prepararse para atender
a las necesidades futuras de la fuerza de trabajo, se necesita formación y
apoyo profesional en tres niveles distintos, a saber:
1.
en los niveles de incorporación al puesto de trabajo, por medio de la
educación, la formación, la contratación, las pasantías y los incentivos
profesionales, que requieren una reevaluación de los sistemas docentes y las
infraestructuras educativas a escala nacional;
2.
en los niveles medios, a través de la promoción y formación profesional, y
3.
en los niveles directivos y de alta dirección, por medio de las tutorías, la
mejora de la especialización competencias y los programas de patrocinio.
Asimismo,
los padres, los profesores, los consejeros de orientación profesional y las
personas encargadas de la contratación deben reconocer que las carreras de TIC
ofrecen oportunidades importantes y viables a las niñas, y ser conscientes de
ello. A fin de asegurar los primeros beneficios logrados, las mujeres que ya
trabajan en el sector de las TIC deben dedicar tiempo a la participación en
iniciativas comunitarias para atender a las niñas y mujeres en calidad de
tutoras, así como en comunidades de práctica virtuales o presenciales.
Los
gobiernos deben hacer hincapié en la promoción de las capacidades en materia de
TIC en la enseñanza primaria, secundaria y superior. Los programas de estudio
deben reforzarse mutuamente en distintos niveles, desde los campamentos de
informática destinados a los estudiantes de enseñanza primaria o secundaria,
pasando por las clases de TIC para los estudiantes de secundaria, hasta la
formación con tutor y el patrocinio. Esto se debe complementar con inversión en
formación profesional.
Los
gobiernos también deben invertir en iniciativas de formación en el puesto de
trabajo y en las propias industrias, con una atención especial a la
promoción de las capacidades avanzadas en la esfera de las TIC en el marco del
sector privado y en colaboración con el mismo.
Los
nuevos cometidos de los puestos de trabajo de las TIC han intensificado la
necesidad de velar por que las capacidades de los titulados se ajusten a las
demandas de los empresarios. Dichas demandas se están extendiendo de las ocupaciones
tradicionales en materia de las TIC (por ejemplo, programadores informáticos) a
especialistas empresariales/TIC, ámbitos de las TIC sumamente especializados
(por ejemplo, microcomputación o computación cuántica) y puestos de trabajo TIC
multidisciplinares (por ejemplo, de bioinformática o diseño industrial). Sin
embargo, esto obliga a los educadores y al sector educativo a desplegar mayores
esfuerzos para orientar a los estudiantes interesados hacia trayectos
educativos y profesionales pertinentes en materia de TIC.
Para que
se incremente significativamente la participación de las niñas y mujeres, así
como el empleo en todo el sector de las TIC, habría que restructurar la parte
fundamental de la infraestructura y los sistemas educativos actuales de las
cuatro maneras siguientes:
1.
La enseñanza debe impartirse de manera más pertinente – combinando industria,
ciencia y artes en los planes de estudio destinados no sólo a la enseñanza
superior sino también a los cursos de formación profesional. Se debe brindar a
los estudiantes posibilidades más acertadas desde el punto de vista tecnológico
que tengan en cuenta sus intereses en la ingeniería. Los centros de nivel
terciario y las escuelas técnicas deben ofrecer cursos "híbridos" en materia
de TIC en todos sus planes de estudio.
2.
Las escuelas deben mejorar la manera en que imparten los cursos, abandonando el
aprendizaje individualista de memoria y pasando a aplicar métodos de enseñanza
prácticos, de trabajo en equipo y de resolución de problemas.
3.
Las escuelas deben lograr que los estudiantes conozcan las características en
constante evolución de la economía del conocimiento y sigan mejorando su
formación una vez completada su educación básica. Esto también significa que,
al contratar a trabajadores, las empresas deben ofrecer puestos de trabajo en
los que se garantice una mayor colaboración, y brindarles la oportunidad de
mejorar constantemente y aumentar su rendimiento.
4.
Deben destinarse más fondos o subvenciones a los programas de promoción y de
formación técnica.
Desde la
explosión de las ".com" a principios del milenio, la demanda de
puestos de trabajo tecnológicos ha aumentado de manera constante. Actualmente
en los Estados Unidos, el número de puestos de trabajo en tecnologías de la
información es mayor que durante el auge del ".com". El sector de las
TIC, que se calcula emplea a 700 000 personas en Europa, 800 000 en
Estados Unidos y 200 000 en Brasil, espera contratar al menos a 1,7 millones
de personas en los próximos años.
El sector
de las TIC ha cambiado drásticamente desde los primeros años de la informática
– y la "economía del conocimiento" está tomando proporciones hasta
ahora nunca vistas, donde las tecnologías de la comunicación se han convertido
en fuerzas del cambio social. Los medios de comunicación social y sus formatos
participativos tienen que ver tanto con las tecnologías como con sus
aplicaciones – ya que acercan los mundos virtual y físico de maneras dinámicas
a través de varias plataformas.
Se prevé
que el desarrollo de nuevos bienes y servicios reactive la demanda por parte de
empresas, hogares y gobiernos, y que las inversiones en las nuevas TIC impulsen
aún más la demanda constante. Gran parte del crecimiento registrado en el
sector altamente mundializado de las TIC tiene su origen en la eficiencia
obtenida gracias a la reorganización a nivel mundial de la investigación, el
desarrollo y la producción para suministrar nuevos y mejores productos y
servicios TIC a mercados nuevos y en expansión. Esto incluye el creciente uso
de programas informáticos y el frecuente recurso a la subcontratación. Se prevé
que el crecimiento de las TIC también provenga del "crecimiento
ecológico" a través de aplicaciones "inteligentes" para los
edificios, el transporte, la energía y la producción, lo que se traducirá en
una demanda de aplicaciones personalizadas.
A medida
que las TIC se fusionan con tecnologías específicas de cada sector en toda la
economía, se crean "puestos de trabajo híbridos". Lo que se espera es
que las jóvenes muestren más interés en las oportunidades de hacer uso de su
creatividad e intuición que se les brinda, por ejemplo, en el diseño de
aplicaciones de software. Su futuro es especialmente prometedor en los ámbitos
de la bioingeniería, la informática de las redes eléctricas, los medios
digitales y las aplicaciones sociales y móviles; estos trabajos interesantes,
divertidos y creativos combinan las TIC con actividades empresariales de
cualquier otro ámbito imaginable.
En la era
económica mundial posterior a 2008, las oportunidades de trabajo para las
mujeres en el ámbito de las TIC giran en torno a la Internet de alta velocidad,
la informática en la nube, los bienes y servicios TIC respetuosos con el medio
ambiente, y sus aplicaciones "inteligentes”, que en la actualidad son
promovidos activamente por los gobiernos como respuesta estratégica a la crisis
económica.
El
informe completo proporciona datos que demuestran que ya se están tomando
varias iniciativas para apoyar la participación de las niñas y mujeres en el
sector de las TIC, conforme aumenta el número de gobiernos que reconocen la
importancia y la necesidad de adoptar esas medidas deliberadas. El factor
determinante más importante de la competitividad de un país es el capital
humano y su talento, es decir, las competencias, la educación y la
productividad de su fuerza de trabajo. Las mujeres representan la mitad de la
posible base del talento humano de todo el mundo. Por consiguiente, la
reducción de las diferencias entre hombres y mujeres es una cuestión no sólo de
derechos humanos e igualdad, sino también de rendimiento y productividad
económica. A fin de maximizar la capacidad competitiva y las posibilidades de
crecimiento, las competencias deben considerarse una parte fundamental de la infraestructura
de una economía, y cuanto más sólida sea una infraestructura, más fuerte y
flexible será la economía para atender a las oportunidades y los desafíos.
Las
decisiones que toman los responsables políticos, las empresas y las personas en
materia de inversión en educación y formación deben procurar lograr la igualdad
de sexos, es decir, otorgar a las mujeres los mismos derechos,
responsabilidades y oportunidades de que gozan los hombres. Los dirigentes
empresariales y los responsables políticos deben trabajar codo a codo para
suprimir las barreras a la incorporación de las mujeres a la fuerza de trabajo
TIC y poner en marcha prácticas y políticas que garanticen la igualdad de
oportunidades para ascender a cargos de liderazgo en el sector de las TIC. Esas
prácticas conseguirán que todos los recursos existentes se utilicen del modo
más eficiente y que se envíen los mensajes adecuados en relación con el flujo
de talentos.
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